SUDAN : LA GUERRA OLVIDADA
11 Mayo 2023
Derechos humanos
El organismo celebra una sesión especial
en la que destaca la urgente necesidad de proteger a los civiles y los
trabajadores humanitarios. También pide a que se documenten todas las denuncias
de violaciones de garantías fundamentales ocurridas desde el 25 de octubre de
2021, incluidas las derivadas del conflicto actual. El Consejo de Derechos
Humanos pide el cese inmediato de la violencia en Sudán
Se prevé que más de dos millones de
personas pasen hambre en Sudán en los próximos meses como consecuencia de la
violencia que se vive en el país
El Consejo de Derechos
Humanos aprobó este jueves una resolución que pide el cese inmediato y
"sin condiciones" de la violencia en Sudán, “una solución negociada
al conflicto” y un renovado compromiso de todas las partes para volver a una
transición encaminada a un gobierno “de carácter civil”.
La resolución, que contó con 18
votos favorables, 15 en contra y 14 abstenciones, también destaca la urgente
necesidad de proteger a los civiles y a los trabajadores humanitarios, así como
de garantizar la rendición de cuentas por las violaciones de los derechos
humanos.
Uno de los efectos concretos de la
resolución es la ampliación del mandato del experto independiente sobre la
situación de los derechos humanos en Sudán, designado en diciembre del año
pasado, y que incluye "la supervisión y documentación detalladas [...] de
todas las denuncias de violaciones y abusos contra los derechos humanos desde
el 25 de octubre de 2021", cuando el Ejército sudanés dirigido por el
general Al Burhan tomó el poder mediante un golpe de
Estado.
De faro de esperanza a triturador
de ilusiones
Unas horas antes de la votación, el Alto
Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos condenó la "violencia
gratuita" que ha traído más hambre, privaciones y desplazamientos al
pueblo sudanés, mientras las partes en conflicto, las Fuerzas Armadas
Sudanesas, lideradas por el general Abdel Fattah Al Burhan, y las Fuerzas de Apoyo Rápido, dirigidas por
Mohamed Hamdan Dagalo,
"pisoteaban el derecho internacional humanitario".
En la sesión dedicada a la repercusión
del conflicto en Sudán sobre los derechos humanos, Volker
Türk recordó al organismo que la nación africana
surgió como un "faro de esperanza" tras las protestas populares de
2019 que derrocaron la larga dictadura de Omar al Bashir,
con las mujeres y los jóvenes "al frente”.
Tras su vistita a la nación africana
hace seis meses, la primera misión que condujo como máximo responsable de
derechos humanos de la ONU, el Alto Comisionado recordó que en el horizonte se
vislumbraba una transición a un gobierno civil.
Durante los encuentros que mantuvo con
los dos generales actualmente enfrentados, Türk
insistió en la necesidad dos elementos esenciales para cualquier acuerdo
futuro: la rendición de cuentas y los derechos humanos.
"Hoy se ha hecho un daño inmenso,
destruyendo las esperanzas y los derechos de millones de personas", afirmó
Türk.
Los combates ya han causado la muerte de
más de 600 personas, la huida de más de 150.000 y el desplazamiento interno de
más de 700.000. Además, se prevén niveles récord de hambre durante los próximos
meses.
El responsable de derechos humanos de la
ONU subrayó la imperiosa necesidad de lograr una tregua humanitaria y el fin de
las violaciones de los derechos humanos.
Al mismo tiempo señaló que, pese a los
"intensos" esfuerzos diplomáticos de actores como la Unión Africana,
la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), la Liga de Estados
Árabes y las Naciones Unidas, los líderes de las partes enfrentadas no han
accedido a discutir el fin de las hostilidades, por lo que les pidió que
"se comprometan urgentemente a iniciar un proceso político inclusivo y una
paz negociada".
Inmenso sufrimiento de la
población
En referencia a una declaración emitida
este jueves por un grupo de expertos en derechos humanos* nombrados por la ONU,
la presidenta del Comité de Coordinación de los Procedimientos Especiales y
relatora especial sobre el derecho a la salud, Tlaleng
Mofokeng, destacó el "inmenso sufrimiento"
que padece el pueblo sudanés.
En su comunicado, los expertos
deploraron los abusos contra los derechos humanos sufridos por
"civiles de todas las edades", incluidas las agresiones sexuales y la
violencia de género, así como la escasez de alimentos, agua y atención sanitaria.
Asimismo, manifestaron su preocupación
por el bombardeo de un refugio para niñas discapacitadas en Jartum, así como
por otros ataques contra la asistencia sanitaria, el personal humanitario y los
defensores de los derechos humanos.
Mofokeng pidió a las partes en conflicto que se comprometan a
garantizar la seguridad de los civiles y de las infraestructuras civiles, tales
como escuelas y hospitales.
Falta de apoyo africano y árabe a
la sesión extraordinaria
El representante permanente de Sudán
ante la ONU en Ginebra, Hassan Hamid Hassan, cuestionó la decisión de celebrar
la sesión de emergencia apenas unas semanas antes de la sesión ordinaria del
Consejo prevista para junio.
Hassan también destacó que la
celebración de la sesión extraordinaria no contó con el apoyo de ningún Estado
africano ni árabe.
Diversidad de opiniones
Durante la reunión del Consejo tomaron
la palabra unos 70 países, tanto miembros del organismo como observadores del
Consejo de Derechos Humanos, así como oenegés.
En sus intervenciones expusieron una
diversidad de opiniones sobre la necesidad de celebrar la Sesión Especial y el
alcance de la participación de la comunidad internacional en la crisis de
Sudán.
Representando al Reino Unido, uno de los
principales promotores de la sesión, Andrew Mitchell, secretario de Estado para
el Desarrollo y África, insistió en la necesidad de llevar a la práctica la
"visión" que el ex Secretario General de la ONU, Kofi
Annan, tenía del Consejo de Derechos Humanos en el momento de su creación en
2006, como órgano que pudiera reaccionar con rapidez ante emergencias de
derechos humanos como la que nos ocupa.
La Sesión Especial contó también con el
apoyo de la Unión Europea y Estados Unidos.
En nombre del grupo de Estados árabes,
el representante permanente del Líbano ante la ONU en Ginebra, Salim Baddoura, dijo que el grupo acogía con satisfacción todas
las iniciativas internacionales y regionales encaminadas a poner fin al
conflicto, la última de las cuales eran las conversaciones de Jeddah bajo los auspicios de Estados Unidos y Arabia Saudí.
Subrayó que Sudán, como país afectado,
tenía derecho a que se tuvieran en cuenta sus opiniones antes de que se
establecieran nuevos mecanismos o se ampliaran los mandatos existente
En nombre del grupo de Estados
africanos, el representante permanente Adjunto de Costa de Marfil ante la ONU
en Ginebra, Allou Lambert Yao, expresó su apoyo a las
"soluciones africanas para los problemas africanos", elogiando los
esfuerzos de mediación de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo
bajo los auspicios de la Unión Africana.
El representante de Pakistán, Khalil Hashmi, ofreció otra visión crítica de la sesión, afirmando
que se corría el riesgo de duplicar innecesariamente el trabajo, dado que
el Consejo de Seguridad ya se ocupaba de la situación política en
Sudán y que ahora había que "priorizar" los esfuerzos de mediación.
*Los Relatores Especiales forman parte
de lo que se conoce como Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos
Humanos. Procedimientos Especiales, el mayor órgano de expertos independientes
del sistema de Derechos Humanos de la ONU, es el nombre general de los
mecanismos independientes de investigación y supervisión del Consejo que se
ocupan de situaciones específicas de países o de cuestiones temáticas en todas
las partes del mundo. Los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de
forma voluntaria; no son personal de la ONU y no reciben un salario por su
trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y prestan sus
servicios a título individual.
16 de noviembre de 2023
Paz y seguridad
Sudán: Continúa la espiral de violencia
y Jartum pide el "cese inmediato" de la misión de la ONU.
La guerra entre ejércitos rivales en
Sudán, que dura ya más de siete meses, se ha intensificado en las últimas
semanas, sobre todo en la inestable región de Darfur, según declaró el jueves
un alto funcionario de la ONU. Su declaración se produjo el mismo día en que
Jartum pidió al Consejo de Seguridad el cese inmediato de la misión de la ONU
en la región.
El gobierno militar de Sudán escribió en
una carta dirigida al jefe de la ONU y distribuida al Consejo -que otorga el
mandato a cada misión política o de mantenimiento de la paz de la ONU en el
país- que, aunque pedía la retirada, se comprometía a mantener un compromiso
constructivo con la ONU.
Al solicitar la retirada de la ONU,
Sudán se ha convertido en el último país africano en pedir la retirada de
misiones de la ONU este año, tras Mali y la República Democrática del Congo.
Avance en Darfur
Martha Ama Akyaa
Pobee, Subsecretaria General para África, informó a
los embajadores del Consejo de Seguridad de que las Fuerzas de Apoyo Rápido
(RSF) han ganado territorio, expulsando a las Fuerzas Armadas Sudanesas
(SAF) de varias de sus bases en la región desde finales de octubre.
Las RSF parecen dispuestas a avanzar
sobre El Fasher, en el norte de Darfur, una importante ciudad y el último
reducto de las SAF en la región, según informan los medios de comunicación.
"Un ataque de la RSF contra El
Fasher o sus alrededores podría causar un elevado número de víctimas civiles,
debido al gran número de desplazados internos que se encuentran allí",
declaró la Sra. Pobee.
Informó a los miembros del Consejo de
que algunos grupos armados de la región, que hasta ahora se habían mantenido
neutrales en el conflicto, se han aliado con las SAF.
Fuera de Darfur, los enfrentamientos
continúan en Jartum, Omdurman y Bahri,
y los principales combates tienen lugar en torno a los bastiones de las SAF.
Las hostilidades también se están extendiendo a nuevas zonas, como los estados
de Gezira, Nilo Blanco y Kordofán Occidental, añadió
la Sra. Pobee.
Calamidad humanitaria
El conflicto ha provocado una grave
crisis humanitaria y un aumento de las violaciones de los derechos humanos en
Sudán, con el resultado de la muerte de más de 6.000 civiles, entre ellos
mujeres y niños, desde abril.
En todo el país, más de 7,1 millones de
personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, incluidos cientos de
miles que se han trasladado a los países vecinos.
A pesar de las dificultades de acceso,
los ataques a los trabajadores humanitarios y los obstáculos burocráticos, la
ONU y sus socios han proporcionado ayuda vital a 4,1 millones de personas, lo
que supone sólo el 22% de la ayuda prevista para 2023.
"Los civiles siguen enfrentándose a
graves violaciones de los derechos humanos, incluida la violencia sexual y de
género", dijo, señalando que los testimonios recogidos por la misión de la
ONU en Sudán (UNITAMS) señalaban a personal de la RSF o a hombres con uniformes
de la RSF como presuntos autores.
Adaptar la misión
La Sra. Pobee
dijo además que el Secretario General ha nombrado a Ian Martin - un
experimentado negociador de la ONU, que dirigió misiones en Libia, Nepal, Timor
Leste, así como Etiopía y Eritrea - para dirigir una revisión estratégica de
UNITAMS con el fin de proporcionar al Consejo de Seguridad opciones sobre cómo
adaptar su mandato para ajustarse a las condiciones de tiempo de guerra.
"El Sr. Martin celebrará amplias
consultas con las principales partes interesadas, incluidas las autoridades
sudanesas, la sociedad civil, las organizaciones regionales y subregionales,
los Estados miembros y las entidades pertinentes del sistema de las Naciones
Unidas", añadió.
Luchar es inútil
En conclusión, la Sra. Pobee subrayó que es crucial que las FAS y las FDR
"reconozcan la inutilidad de seguir combatiendo y den prioridad al diálogo
y a la desescalada".
Hizo hincapié en que la situación de
Sudán debe seguir siendo una preocupación mundial, e instó a la comunidad
internacional a renovar su compromiso con los esfuerzos coordinados de paz
dirigidos por la región.
Sudán: Una misión que no responde
a las expectativas
El representante de Sudán, tomando la palabra
al final de la reunión, dijo que desde el 18 de abril, el gobierno de su país
ha estado cooperando con todas las fuerzas regionales e internacionales para
poner fin a la guerra y al sufrimiento del pueblo sudanés.
Pidió al fiscal de la Corte Penal
Internacional (CPI) que tome nota de los crímenes de las RSF, y añadió que las
milicias continúan con la expulsión forzosa de ciudadanos, la limpieza étnica y
otros crímenes internacionales, a pesar de los compromisos que adquirieron
durante las recientes conversaciones en Arabia Saudí.
Dijo a los embajadores que es esencial
una revisión estratégica de UNITAMS, ya que el funcionamiento de la Misión no
está a la altura de las expectativas.
16 NOVEMBER 2023
El Consejo de Seguridad advierte de que
se avecina una calamidad humanitaria y una crisis de derechos humanos en Sudán
a medida que se intensifiquen los combates
Ha llegado el momento de que las partes
enfrentadas dialoguen y reduzcan la tensión, afirma el portavoz del Consejo de
Seguridad
Sudán se enfrenta a una catástrofe
humanitaria y de derechos humanos a medida que los bandos enfrentados
intensifican los combates en el país, y es necesario un compromiso
internacional sostenido para resolver la crisis, declaró hoy un alto
funcionario de las Naciones Unidas ante el Consejo de Seguridad.
Martha Ama Akyaa
Pobee, Subsecretaria General para África de los
Departamentos de Asuntos Políticos y Consolidación de la Paz y de Operaciones
de Paz, declaró que "Sudán se enfrenta a la convergencia de una calamidad
humanitaria cada vez peor y una crisis de derechos humanos catastrófica",
con más de 2.000 civiles muertos desde que estallaron los combates en abril
entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido.
"Ya es hora de que las partes
enfrentadas reconozcan la inutilidad de seguir luchando y den prioridad al
diálogo y a la distensión", afirmó.
"También es importante que la situación en Sudán no desaparezca del
radar internacional, sino que la comunidad internacional renueve su compromiso
de revitalizar los esfuerzos de paz colectivos y coordinados bajo el liderazgo
de la región".
Sudán sufre actualmente la mayor crisis
de desplazados del mundo, con 7,1 millones de personas obligadas a abandonar
sus hogares. La situación sanitaria es
extremadamente preocupante, mientras que 4,1 millones de personas han recibido
asistencia vital desde abril. Continúa
la violencia sexual y de género, con las Fuerzas de Apoyo Rápido acusadas de
violencia sexual y el personal de las Fuerzas Armadas Sudanesas implicado en violaciones
y acoso sexual.
Las personas que huyen a Chad desde
Darfur Occidental han denunciado un nuevo aumento de la violencia étnica
dirigida contra la comunidad masalit. Según informes fidedignos, las milicias
árabes afiliadas a las Fuerzas de Apoyo Rápido cometieron graves abusos contra
los derechos humanos entre el 4 y el 6 de noviembre, especialmente en El Geneina. La Misión
Integrada de las Naciones Unidas para la Asistencia a la Transición en Sudán
(UNITAMS) está trabajando para verificar tanto esto como los informes de que
una milicia masalit dirigió la violencia contra la
comunidad árabe en El Geneina, "arriesgándose a
brotes cíclicos de violencia".
Acogió con satisfacción la reanudación
de las conversaciones entre las partes beligerantes en Jeddah,
Arabia Saudí, en octubre, pero a pesar de su declarada disposición a negociar
un alto el fuego, las acciones sobre el terreno sugieren lo contrario. Volviendo al papel de la UNITAMS en medio de
unas circunstancias que han cambiado drásticamente, pidió que el Consejo de
Seguridad proporcionara al Secretario General la revisión estratégica de la
Misión con tiempo suficiente para garantizar que sea lo más exhaustiva posible
y refleje una amplia gama de opiniones.
El Consejo ha tenido hoy ante sí el
último informe del Secretario General titulado "Situación en el Sudán y
actividades de la Misión Integrada de Asistencia para la Transición de las
Naciones Unidas en el Sudán" (documento S/2023/861). El mandato actual de la UNITAMS expira el 3
de diciembre.
Durante el debate posterior, el delegado
del Reino Unido afirmó que el conflicto requiere una acción diplomática
urgente. La reanudación de las
conversaciones de Jeddah y el establecimiento del
Foro Humanitario de Sudán son alentadores, pero las partes beligerantes deben
cumplir su compromiso de mejorar el acceso humanitario. También deben reconocer que la transferencia
de poder a una administración civil en Sudán es la única manera de avanzar,
dijo, instándoles a trabajar constructivamente hacia unas conversaciones de paz
significativas.
La representante de Emiratos Árabes
Unidos afirmó que para que las conversaciones de Jeddah
tengan éxito será necesario un fuerte respaldo regional e internacional. También hizo hincapié en la necesidad de
solidaridad internacional, dada la escasez de fondos, y pidió la coordinación
de los esfuerzos de mediación por parte de Egipto, la Unión Africana y la Liga
de Estados Árabes.
La representante de Estados Unidos
describió Sudán como un infierno en el que proliferan las violaciones y muchas
mujeres y niñas son secuestradas, encadenadas y retenidas contra su voluntad en
las zonas de Darfur controladas por las Fuerzas de Apoyo Rápido. Esto es una
mancha para la humanidad y los responsables deben rendir cuentas. Todos los Estados miembros deben proporcionar
más fondos humanitarios, afirmó, y añadió que, tras las conversaciones de Jeddah, el mundo está muy atento para ver si las partes
beligerantes cumplen sus compromisos.
El delegado de Ghana, que habló también
en nombre de Gabón y Mozambique, que piden un alto el fuego inmediato e
incondicional, agradeció los esfuerzos de la Unión Africana y la Autoridad
Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) para ayudar a poner fin a la
violencia. No puede haber una solución
militar a la crisis de Sudán, dijo, celebrando también el compromiso de la
Unión Africana de establecer un diálogo civil y político con Sudán y dirigido
por Sudán. También hizo hincapié en la
necesidad de acelerar la respuesta humanitaria y gestionar adecuadamente el
flujo de refugiados y desplazados, así como la circulación de armas, para
limitar cualquier desestabilización regional.
El representante de Sudán, al tomar la
palabra al final de la reunión, declaró que, desde el 18 de abril, el Gobierno
de su país coopera con todas las fuerzas regionales e internacionales para
poner fin a la guerra y al sufrimiento del pueblo sudanés. El fiscal de la Corte Penal Internacional
debe tomar nota de los crímenes de las Fuerzas de Apoyo Rápido, dijo, y añadió
que las milicias continúan con la expulsión forzosa de ciudadanos, la limpieza
étnica y otros crímenes internacionales, a pesar de los compromisos que
adquirieron durante las conversaciones de Jeddah. En cuanto a la ayuda humanitaria, afirmó que
el gobierno está cooperando con las Naciones Unidas, especialmente para ayudar
a grupos vulnerables como las mujeres.
Continuó diciendo que es esencial una revisión estratégica de UNITAMS,
ya que el funcionamiento de la Misión no está a la altura de las expectativas.
16 de noviembre de 2023
Paz y seguridad
La guerra entre ejércitos rivales en
Sudán, que ha estado haciendo estragos durante más de siete meses, se ha
intensificado aún más en las últimas semanas, en particular en la inestable
región de Darfur, dijo el jueves un alto funcionario de la ONU. La información
llegó el mismo día en que Jartum pidió al Consejo de Seguridad el cese
inmediato de la misión de la ONU en la región.
El Consejo de Seguridad acuerda poner
fin a la misión de la ONU en Sudán
La misión política de las Naciones
Unidas en Sudán, UNITAMS, finalizará el domingo.
Personal de las Naciones Unidas habla
con mujeres sudanesas desplazadas internamente en Darfur
Tras el fin de la misión, los
funcionarios de la ONU esperan seguir ayudando al pueblo sudanés mediante la
presencia de diversas agencias humanitarias [Archivo: Mohamed Nureldin Abdallah/Reuters]
Publicado el 2 Dic 2023
Una misión política de las Naciones
Unidas en Sudán, país asolado por la guerra, finalizará el domingo después de
que el Consejo de Seguridad de la ONU votara a favor de su cierre tras la
petición de las autoridades sudanesas el mes pasado.
Catorce de los 15 miembros del Consejo
adoptaron el viernes la resolución para poner fin a la Misión Integrada de
Asistencia a la Transición de las Naciones Unidas en Sudán (UNITAMS), mientras
que Rusia se abstuvo.
lista 1 de 4
La ONU no debe abandonar a Sudán en
medio de la guerra y las atrocidades
lista 2 de 4
La Toma: ¿Traerá la partición la paz a
Sudán?
lista 3 de 4
No ignoremos el sufrimiento de las
mujeres sudanesas
lista 4 de 4
Los expertos advierten de que los
cooperantes sudaneses corren el riesgo de ser "secuestrados y violados
A partir del lunes comenzará un periodo
de transición de tres meses para permitir la salida del personal de UNITAMS y
la transferencia de sus tareas a otras agencias de la ONU "cuando sea
apropiado y en la medida de lo posible".
Aunque votaron a favor de la resolución,
los embajadores de la ONU de Estados Unidos y Reino Unido expresaron su
consternación por la decisión.
"Permítanme ser claro, el Reino
Unido no habría optado por cerrar UNITAMS en este momento", dijo el
enviado adjunto británico ante la ONU, James Kariuki,
cuyo país redactó la resolución.
El enviado de Estados Unidos, Robert
Wood, declaró: "Nos preocupa gravemente que una menor presencia
internacional en Sudán sólo sirva para envalentonar a los autores de
atrocidades con nefastas consecuencias para la población civil".
En el texto, el Consejo expresó su
"alarma por la continua violencia y la situación humanitaria, en
particular las violaciones del derecho internacional humanitario y las graves
violaciones y abusos contra los derechos humanos" en Sudán.
La guerra estalló el 15 de abril entre
el ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FPR), tras
semanas de creciente tensión entre ambos bandos por un plan de integración de
fuerzas en el marco de la transición del régimen militar a la democracia.
Desde entonces, seis millones de
personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y 25 millones necesitan
ayuda humanitaria, según la ONU.
Decepcionante
"Reiteramos que las autoridades
sudanesas siguen siendo responsables de la seguridad del personal y los bienes
de UNITAMS durante esta transición y pedimos su plena cooperación para permitir
una retirada ordenada", dijo el británico Kariuki
al Consejo.
La misión de la ONU en Sudán emplea a
245 personas, 88 de ellas en Port Sudan, así como a otras en Nairobi y Addis
Abeba, según declaró el mes pasado el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.
UNITAMS se puso en marcha en 2020 para
ayudar a apoyar una transición democrática en Sudán tras la caída el año
anterior del presidente Omar al-Bashir.
Pero en octubre de 2021, el difícil
camino hacia un gobierno civil se truncó, cuando el jefe del ejército Abdel Fattah al-Burhan asumió plenos
poderes en un golpe de Estado.
El 15 de abril, antes de que pudiera
firmarse un acuerdo para reanudar la transición a la democracia, estallaron los
combates entre el ejército sudanés dirigido por al-Burhan
y la RSF, liderada por el general Mohamed Hamdan
"Hemedti" Dagalo.
Unas semanas más tarde, al-Burhan exigió el despido del jefe de UNITAMS, Volker Perthes, atribuyéndole la
responsabilidad de la violencia. Finalmente, el diplomático dimitió en
septiembre y no ha sido sustituido.
El mes pasado, el gobierno de Jartum
declaró que la misión había sido "decepcionante" y exigió su cese
inmediato, lo que dejó al Consejo de Seguridad prácticamente sin otra opción
que retirarse, ya que la ONU debe operar con el consentimiento del país
anfitrión.
"Afirmamos la disposición del
gobierno a continuar el compromiso constructivo con la ONU reforzando la
cooperación con un equipo en el país", declaró el viernes ante el Consejo Dafallah Alhaj, enviado de Sudán
al-Burhan. Afirmó que la entrega de ayuda humanitaria
era una prioridad absoluta.
Funcionarios de la ONU afirmaron que el
organismo mundial seguirá intentando ayudar al pueblo sudanés con la presencia
continuada de diversas agencias humanitarias. "Lo que está claro y lo que
debería estar claro para todos es que las Naciones Unidas no van a abandonar
Sudán", declaró Dujarric a la prensa el jueves.
1 de diciembre de 2023
El Consejo de Seguridad acuerda poner
fin a la misión de la ONU en Sudán
Paz y seguridad
El Consejo de Seguridad decidió el
viernes poner fin al mandato de la misión política de la ONU en Sudán a partir
del próximo lunes, después de que Jartum pidiera su retirada inmediata el mes
pasado.
El Gobierno militar de Sudán, cuyas
fuerzas luchan desde abril contra las milicias de las Fuerzas de Apoyo Rápido
(RSF) por el control del país, ha afirmado que la misión de la ONU no estaba
cumpliendo las expectativas.
El fin de la Misión Integrada de
Asistencia de Transición de las Naciones Unidas en Sudán (UNITAMS) se produce
en el contexto de la guerra continua entre ejércitos rivales que se ha cobrado
más de 6.000 vidas, ha expulsado a millones de personas de sus hogares, ha
provocado una violencia sexual y de género abominable y ha precipitado una
grave crisis humanitaria.
Al adoptar la resolución 2715 (2023) por
14 votos a favor y una abstención (Rusia), el Consejo de Seguridad pidió a la
UNITAMS que "comience inmediatamente, el 4 de diciembre de 2023, el cese
de sus operaciones y el proceso de transferencia de sus tareas, cuando proceda
y en la medida de lo posible, a los organismos, fondos y programas de las
Naciones Unidas, con el objetivo de completarlo antes del 29 de febrero de
2024".
El Consejo también decidió que la
liquidación de la Misión comenzará el 1 de marzo de 2024, y subrayó la
necesidad de una transición ordenada para garantizar la seguridad del personal
de la ONU y el funcionamiento eficaz de todas sus operaciones.
No abandonar al pueblo sudanés
Tras la votación del cierre de la
misión, Rosemary A. DiCarlo, Secretaria General
Adjunta de la ONU para Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz, afirmó
que la Organización está con el pueblo sudanés.
Escribiendo en X, antes Twitter, la Sra.
DiCarlo declaró "el Consejo de Seguridad acaba
de votar el cierre de UNITAMS, pero la ONU no abandona al pueblo sudanés".
"Instamos a que se apoye plenamente
al Enviado Personal del Secretario General, Ramtane
Lamamra, para impulsar los esfuerzos encaminados a poner fin a este devastador
conflicto", añadió.
La seguridad, una prioridad
El Consejo de Seguridad de 15 miembros
también autorizó, mientras duren la transición y la liquidación de UNITAMS,
"la retención del personal de seguridad necesario" para proteger al
personal, las instalaciones y los bienes de UNITAMS y pidió a todas las partes
sudanesas pertinentes que cooperen plenamente con la ONU durante el proceso.
También pidió a Sudán que actuara de
acuerdo con todas sus obligaciones legales.
No es una buena decisión: REINO
UNIDO
Tras la votación, los miembros del
Consejo de Seguridad destacaron la inestable situación humanitaria y de
seguridad en el país y subrayaron que las autoridades sudanesas siguen siendo
responsables de la seguridad del personal y los bienes de UNITAMS durante la
transición.
"Permítanme ser claro, el Reino
Unido no habría optado por cerrar UNITAMS en este momento", dijo el
Representante Permanente Adjunto James Kariuki,
elogiando el trabajo de la misión "para y desde el estallido del
conflicto".
"Pero dada la demanda inequívoca de
las autoridades sudanesas de que se ponga fin inmediatamente a la misión, hemos
trabajado incansablemente como penholder para
acordar un compromiso que permita una transición y liquidación ordenadas",
añadió.
Derecho soberano de las
autoridades sudanesas
El representante de Rusia se refirió a
la carta del ministro de Asuntos Exteriores de Sudán que pedía el cierre de
UNITAMS.
Dijo que a esa posición "no se
llega al azar" y que el Consejo de Seguridad "tiene que admitir con
franqueza" que la Misión no logró llevar a cabo las tareas que le fueron
encomendadas, creada a petición de Sudán para apoyar el proceso de transición
política tras la destitución del ex gobernante Omar al-Bashir
en 2019.
"Dejó de ajustarse a la realidad
cambiada del país y básicamente empezó a trabajar en interés de un solo grupo
político, que no gozaba de apoyo masivo en la sociedad sudanesa", dijo,
subrayando que el fin de la UNITAMS es un derecho soberano de las autoridades
sudanesas.
Refugiados de Sudán esperan para recoger
artículos de ayuda en una aldea fronteriza de Chad.
UNICEF/Donaig
Le Du Refugiados sudaneses esperan para recoger ayuda en una aldea fronteriza
de Chad.
Nuevo enviado del Secretario
General
El Consejo de Seguridad también acogió
con satisfacción el nombramiento del Enviado Personal del Secretario General
para Sudán, Ramtane Lamamra, para que utilice sus
buenos oficios con las partes en Sudán y los Estados vecinos, complementando
los esfuerzos regionales de paz, incluidos los de la Unión Africana (UA) y el
bloque regional de África oriental, la Autoridad Intergubernamental para el
Desarrollo (IGAD).
El jefe de la ONU nombró a Lamamra su
Enviado Personal para Sudán el 21 de noviembre.
El Sr. Lamamra, antiguo Ministro de
Asuntos Exteriores de Argelia, también había sido Comisionado de la UA para la
Paz y la Seguridad y miembro de la Junta Consultiva de Alto Nivel sobre
Mediación del Secretario General desde 2017.
Establecimiento de UNITAMS en junio
de 2020
UNITAMS fue establecida por el Consejo
de Seguridad en junio de 2020 como una misión política especial, para
proporcionar apoyo a Sudán durante un período inicial de 12 meses durante su
transición política hacia un gobierno democrático. Su mandato se prorrogó
posteriormente en 2021 y 2022.
Con sede en Jartum, UNITAMS apoyó al
país a través de una serie de iniciativas políticas, de consolidación de la paz
y de desarrollo, incluida la asistencia a la nación para alcanzar los objetivos
de la Declaración Constitucional de agosto de 2019, y llevar a cabo su Plan
Nacional de Protección Civil.
18 de diciembre de 2023
FOTO DE ARCHIVO: Familias que escapan de
Ardamata, en Darfur Occidental, cruzan hacia Adre,
Chad, tras una oleada de violencia étnica, 7 de noviembre de 2023. Los
supervivientes relataron ejecuciones y saqueos en Ardamata
que, según ellos, llevaron a cabo RSF y milicias árabes aliadas. REUTERS/El
Tayeb Siddig/Fotografía de archivo
Familias que escapaban de Ardamata, en Darfur Occidental, cruzan hacia Adre, Chad,
tras los violentos ataques de RSF el 7 de noviembre de 2023 [Archivo: El Tayeb Siddig/Reuters].
El 9 de diciembre, la Autoridad
Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) celebró una cumbre en Yibuti para
abordar la guerra en Sudán. La reunión, que pretendía impulsar la mediación
regional, supuso un golpe de gracia a los vacilantes esfuerzos por poner fin a
la guerra.
El comunicado oficial emitido tras la
cumbre hablaba de una futura reunión entre el general Abdel Fattah
al-Burhan, comandante de las Fuerzas Armadas de Sudán
(FAS) y presidente del Consejo de Soberanía, y el general Mohamed Hamdan Dagalo (Hemedti), comandante de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FSR).
El Ministerio de Asuntos Exteriores sudanés se apresuró a emitir un comunicado
en el que subrayaba que Al Burhan no iba a reunirse
con Hemedti a menos que las fuerzas de este último
evacuaran Jartum y se acordara un alto el fuego.
Por su parte, la RSF respondió con un
comunicado en el que aclaraba que la reunión sólo tendría lugar si al-Burhan aceptaba asistir como comandante de las SAF y no
como jefe de Estado.
De este modo, quedó claro que la reunión
del dúo, la única propuesta sustantiva de la cumbre, no iba a producirse a
corto plazo. Este desastroso resultado consternó a muchos de los que esperaban
la cumbre de la IGAD con gran expectación.
El 4 de diciembre, Alex de Waal y Abdul Mohammed, destacados expertos en el
establecimiento de la paz en África Oriental, escribieron un artículo de
opinión conjunto para el New York Times en el que elogiaban al Presidente de
Kenia, William Ruto, por "impulsar una cumbre de emergencia de líderes de
África Oriental la próxima semana, en la que tendrá la oportunidad de presentar
propuestas audaces".
Esta "audaz propuesta" no es
nueva, ya que Ruto la presentó por primera vez en junio. Constituye la
culminación de la hipótesis errónea de que la guerra en Sudán no es más que una
riña entre dos generales, y que si esos dos generales conciliaran sus
diferencias personales, la guerra acabaría.
El enfoque erróneo de la IGAD sobre el
conflicto también quedó patente en su decisión de invitar a una delegación de
alto rango de los EAU a asistir a la cumbre. El comunicado recogía la presencia
de un alto dignatario emiratí en un párrafo entero y agradecía "a la
delegación de los Emiratos Árabes Unidos encabezada por el Honorable Jeque Shakhboot Bin Nahyan
Al Nahyan, Ministro de Estado de Asuntos Exteriores,
su apoyo y aportación a los debates celebrados por los Jefes de Estado y de
Gobierno de la IGAD en relación con el proceso de paz para la República de
Sudán al margen de la 41ª Asamblea Extraordinaria".
“Emiratos Árabes Unidos (EAU) es un país soberano constituido en monarquía federal6 de Oriente Próximo, situado en la península de
Arabia. Está compuesto por siete emiratos:7 Abu Dabi, Ajmán, Dubái, Fuyaira, Ras al-Jaima, Sarja
y Umm al-Qaywayn. Limita
con Omán al sureste, con el golfo Pérsico al
norte y con Arabia Saudita al oeste y sur. Su capital es Abu Dabi y la ciudad más grande y
poblada es Dubái.”
La cumbre de la IGAD se convocó una
semana después de que la secretaria de Estado adjunta para Asuntos Africanos,
Molly Phee, revelara ante el Congreso de Estados
Unidos que "los EAU apoyan a la RSF y que ese es un tema de conversación,
incluso recientemente durante la visita de la vicepresidenta [Kamala Harris] a
los EAU para la COP".
El alto diplomático estadounidense
afirmó además que la publicidad de la audiencia en el Congreso de Estados
Unidos y la petición de éste a EAU para que considere "el impacto
perjudicial de su apoyo a la RSF" podría ser "muy útil" para
exigir responsabilidades a quienes fomentan el conflicto.
Una semana antes, el gobierno de Sudán
había sacado a la luz este asunto a regañadientes. El 28 de noviembre, el
general Yasser al-Atta, ayudante de al-Burhan, acusó
públicamente a EAU, por primera vez, de apoyar a los paramilitares.
La respuesta emiratí no se hizo esperar.
Mientras se celebraba la cumbre de la IGAD en Yibuti, los EAU declararon
persona non grata a tres diplomáticos sudaneses. Al día siguiente, el gobierno
sudanés respondió del mismo modo y expulsó a 15 diplomáticos emiratíes.
Desde hace tiempo se acusa a EAU de
alimentar la guerra en Sudán. En septiembre, el New York Times reveló que, bajo
el pretexto de salvar a los refugiados, los EAU dirigen una elaborada operación
encubierta a través de Chad para respaldar a la RSF.
Gracias a la generosa ayuda económica
emiratí y a su sofisticado armamento, decenas de miles de nómadas empobrecidos
y sin tierra procedentes de la diáspora árabe de los países del Sahel,
especialmente Chad, Níger y Mali, han descendido sobre Darfur y Jartum en busca
de tierras y botín.
Gracias a la línea de vida emiratí, la
RSF pudo utilizar misiles antitanque Kornet,
vehículos blindados, drones y misiles tierra-aire en Darfur a pesar del embargo
de armas impuesto por la ONU a esa región desde 2004. La ONU investigó el
asunto y partes de su informe se filtraron y fueron publicadas por el NYT.
Es un secreto a voces que EAU tiene la
misión de luchar contra el islamismo en toda la región y por eso se ha
implicado en la guerra de Sudán. Sin embargo, tiene otra razón para apoyar a
las FUR contra las FAS.
En diciembre de 2022, dos empresas
emiratíes, Abu Dhabi Ports Group e Invictus Investment, firmaron un acuerdo preliminar de 6.000
millones de dólares con el gobierno de Sudán para construir el nuevo puerto de
Abu Amama en el Mar Rojo y crear una zona económica.
El anuncio del acuerdo se produjo poco
después de que los líderes de las Fuerzas Armadas Regionales y las Fuerzas
Armadas Sudanesas rubricaran el "Acuerdo Marco" con pequeños partidos
políticos apuntalados para tomar el relevo de los militares y formar un
gobierno civil. El marco contó con la mediación de Estados Unidos, que junto
con EAU, Reino Unido y Arabia Saudí formaban el llamado "cuarteto".
De los cuatro, los EAU salieron claramente beneficiados de este acuerdo.
Se percibe que esta guerra estalló el 15
de abril, porque las FAS se negaron a comprometerse a que el Acuerdo Marco
fuera vinculante. De ahí que se reconozca que este documento fue la primera
víctima de la guerra. La segunda baja, aunque en gran medida no reconocida, fue
el acuerdo sobre el proyecto de Abu Amama.
Esto se debe a que, tras el fracaso de
la RSF en tomar el poder en días -como fue anunciado inicialmente por Hemedti el 15 de abril-, las partes civiles que firmaron el
marco ya no están en trayectoria de tomar el poder. Teniendo en cuenta la
escalada de la contienda geopolítica en la estratégica ruta marítima del Mar
Rojo, es poco probable que se respete el acuerdo sobre el proyecto de Abu Amama, a menos que el mismo grupo de políticos vinculados a
la RSF asuma el poder después de la guerra.
El apoyo de EAU a la RSF ha tenido un
impacto significativo sobre el terreno. Gracias a este decidido respaldo, la
ventaja aérea y en tanques de las SAF se ha visto mermada en gran medida. En
octubre y noviembre, las RSF tomaron el control de varias ciudades de Darfur,
entre ellas Nyala, la tercera metrópolis más poblada
del país.
No obstante, en la última sesión de las
conversaciones de Jeddah, suspendidas el 4 de
diciembre, las SAF reiteraron su postura de que, antes de acordar un alto el
fuego, las RSF deberán desalojar las viviendas civiles de Jartum.
Refiriéndose a las recientes retiradas
de las SAF de las ciudades de Darfur, los diplomáticos europeos se apresuraron
a llamar la atención sobre el "flagrante desajuste entre la debilidad de
la posición militar de las SAF y su hilarante posición negociadora
maximalista". Esto es muy reduccionista y simplista. Deténganse un momento
e imaginen a un ejército nacional aceptando un alto el fuego que no garantice a
los ciudadanos desalojados por la fuerza un retorno pacífico a sus hogares.
De hecho, éste es un compromiso que
ambas partes adquirieron el 11 de mayo en la "Declaración de Jeddah". Este documento establece que las partes deben
"desalojar y abstenerse de ocupar, así como respetar y proteger todas las
instalaciones públicas y privadas".
EAU ha conseguido inclinar la balanza
sobre el terreno a favor de la RSF. Sin embargo, podría verse impedido de
recoger los frutos de su trabajo en la mesa de negociaciones. De lo contrario,
lo que hizo invitará a otras intromisiones no deseadas y contribuirá a
prolongar la guerra.
Como escribió de Waal
en un artículo de opinión publicado por Foreign Policy tras la malograda cumbre de la IGAD: "La
negligencia benigna de Biden llevó al FDR al borde de
la victoria. Ahora, Washington tiene la oportunidad de salvar Sudán".
La mayoría de los que se sentaron
alrededor de la mesa de negociaciones de la IGAD no tenían ni la más remota
idea de lo que supondría para la población civil la victoria anunciada de la
RSF. Tampoco tenían como objetivo el regreso de los jartumanos
a sus hogares.
Si crees, como Ruto, que se trata de una
guerra entre dos generales, entonces para ti, la insistencia de las SAF en
evacuar los hogares es extremadamente molesta. Desde ese punto de vista, la
panacea para el conflicto es que los dos generales se reúnan cara a cara y
resuelvan sus diferencias como les plazca. Ambos decidirían entonces si los
civiles deben regresar a sus hogares y cuándo pueden hacerlo.
Si usted es el jeque Shakhboot
Al Nahyan o un miembro de su delegación, la prioridad
es que las conversaciones de paz den poder a sus compañeros de armas para que
el acuerdo de 6.000 millones de dólares se mantenga. Si para ello es necesario
que la RSF siga ocupando viviendas civiles durante algunos años, que así sea.
Si usted es un observador estadounidense
o europeo, desde su punto de vista, una retirada de la RSF de Jartum acabaría
provocando la exclusión de sus partidarios políticos. Esto no sería un buen
augurio para usted porque podría anunciar el regreso de los islamistas a la
política. Si es así, será mejor que rehúya la idea de evacuar los hogares de
los civiles con la misma frialdad y astucia que utilizó para evitar hablar de
elecciones durante los últimos cuatro años.
Parafraseando lo que el difunto político
estadounidense Henry Kissinger dijo sobre el comunismo en 1970: ¿Por qué
deberíamos quedarnos de brazos cruzados y ver cómo un país se vuelve islamista
por la irresponsabilidad de su propia gente?
La población de Jartum, a diferencia de
ser maximalista, es ahora muy minimalista. Simplemente quieren un alto el fuego
que les permita volver a sus casas mientras los milicianos de la RSF no están a
la vista y se restablece la ley y el orden. En el lenguaje de Hobbes, todo lo
que quieren actualmente es un Leviatán que salve al país de caer en una guerra
de todos contra todos.
Son personas que se hunden bajo la
presión conjunta del hambre y la falta de vivienda. No son personas preparadas
para un proceso de paz típicamente relajado de la IGAD que comience con
diferencias sobre si tienen derecho a regresar a sus hogares o no.
Perdemos la esperanza": Civiles
sudaneses aterrorizados mientras la RSF ataca la segunda ciudad más grande del
país
La RSF está a punto de capturar Wad
Madani, una ciudad que ha acogido a cientos de miles de desplazados por la
guerra. La población y los activistas temen que se produzcan terribles abusos.
Teniente general Mohamed Hamdan Dagalo, jefe adjunto del
consejo militar y jefe de las fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido (RSF)
El teniente general Mohamed Hamdan Dagalo, jefe adjunto del
consejo militar y jefe de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF),
saluda a sus partidarios al llegar a una reunión en la aldea de Aprag, a 60 km de Jartum, Sudán, 22 de junio de 2019 [Umit Bektas/Reuters].
Por Mat Nashed
Publicado el 19 dic 2023
El 15 de diciembre, los civiles
sudaneses se despertaron con sonidos de disparos y explosiones en Wad Madani,
una ciudad bajo control del ejército que acoge a cientos de miles de
desplazados de la capital, Jartum, y de ciudades cercanas.
Las paramilitares Fuerzas de Apoyo
Rápido (FPR) habían atacado la ciudad, haciendo temer que el grupo saquease
casas, matase a hombres y violase a mujeres si la capturaban.
"Violan [a las mujeres] para
quebrar el espíritu de los hombres", declaró a Al Jazeera
Omonia Kheir*, una sudanesa de Wad Madani. "Por
eso aquí la gente no tiene miedo de morir o de que le disparen, porque entonces
mueres como un mártir. Pero todo el mundo tiene miedo de que violen [a las
mujeres de su familia]".
Tras ocho meses de guerra, la RSF está a
punto de capturar Wad Madani, la segunda ciudad más grande del corazón del
país, en lo que marcará un giro importante en el conflicto. La semana pasada,
el líder de la RSF, Mohamad Hamdan
"Hemedti" Dagalo,
acordó reunirse con el general del ejército Abdel Fattah
al-Burhan a finales de este mes bajo los auspicios
del bloque de África Oriental IGAD.
Pero incluso mientras los comandantes de
la RSF piden el fin de la guerra a los líderes extranjeros, sus combatientes
están instigando una nueva catástrofe humanitaria sobre el terreno.
"Mi madre y yo estábamos
conmocionados", dijo Kheir el domingo. "En
todos los barrios vimos a 10 ó 20 familias
abandonando la ciudad. La gente iba andando, en coches, camiones y
burros".
Perder la fe en el ejército
Mientras la RSF ha invadido la ciudad y
saqueado bancos y tiendas, el ejército ha respondido con ataques aéreos,
incluso mientras sus soldados de infantería se retiran.
La mayoría de los residentes apoyan al
ejército, pero pocos creen que vayan a recuperar el control de la ciudad.
"La gente ya critica duramente al
ejército", afirma Kheir. "Wad Madani es la
segunda ciudad más grande de Sudán y acoge al mayor número de desplazados...
todo el mundo esperaba que el ejército la protegiera [de la RSF]".
"La gente está perdiendo la fe y la
esperanza. Todo el mundo está histérico", añadió.
La mayoría de los grupos de ayuda y las
agencias de la ONU también han evacuado al personal extranjero y han cerrado
sus operaciones en Wad Madani, dijo Will Carter, director nacional del Consejo
Noruego para los Refugiados en Sudán.
Dijo a Al Jazeera
que los grupos de ayuda no querían verse atrapados en una situación en la que
la RSF capturara la ciudad, provocando que el ejército respondiera con ataques
aéreos intensos e indiscriminados.
Carter añadió que la RSF ha
"sacudido" la ya obstaculizada respuesta humanitaria, que opera casi
en su totalidad desde la capital de facto del ejército en Port Sudan.
"Wad Madani era una puerta para
llegar con ayuda a otras tres o cuatro ciudades cercanas", dijo.
"Pero si la RSF arrasa Wad Madani, arrasará realmente el corazón de Sudán.
Desde el punto de vista logístico, dificultará bastante las cosas [para las
agencias de ayuda] y la cuestión que se plantea entonces es dónde irá después
la RSF si el ejército no puede apuntalar una defensa."
¿Detenciones ilegales y asesinatos?
Durante los dos primeros días de la
ofensiva circularon rumores de que la RSF tenía células durmientes en Wad
Madani, lo que llevó al ejército a detener ilegalmente a decenas de jóvenes
sospechosos de cooperar con el grupo.
Los residentes afirman que los detenidos
fueron seleccionados por su acento o su origen étnico, lo que sugiere que
proceden de regiones tradicionalmente olvidadas como Darfur, bastión del RSF.
En un vídeo que circula por la
plataforma de medios sociales X, y que Al Jazeera no
pudo verificar de forma independiente, un joven tiene ambas rodillas en el
suelo y está rodeado por una multitud de personas. A continuación se le
interroga sobre su trabajo, sus orígenes y si había sido reclutado por la RSF.
El joven niega cualquier implicación.
En un segundo vídeo, que Al Jazeera ha podido verificar, se ven los cadáveres de
decenas de jóvenes vestidos de civil esparcidos por la calle de Wad Madani. Se
oye a un soldado del ejército regodearse en lo que parece ser una ejecución
extrajudicial.
Justice Amad, activista sudanés residente en Australia, cree
que la mayoría de los jóvenes atacados eran no combatientes que trabajaban en
empleos mal remunerados. Añadió que su amigo íntimo estuvo a punto de morir
tras ser detenido e interrogado por el ejército en Wad Madani. Cuando lo
liberaron, la inteligencia militar y bandas aliadas lo secuestraron.
"[Mi amigo] me contó que nada más
librarse de las manos del ejército, [a él y a otros detenidos] los agarraron y
los metieron en un Toyota Hilux. En cuanto el [Toyota] arrancó, los
secuestradores empezaron a herir [a la gente] y a gritar a todo el mundo",
dijo Amad a Al Jazeera.
Mi amigo y algunos otros se arriesgaron
[a escapar] y saltaron mientras la camioneta se movía. Cree que dos personas
fueron alcanzadas por las balas cuando hicieron eso.
Al Jazeera
preguntó al portavoz del ejército, Nabil Abdullah, sobre las detenciones y
asesinatos de jóvenes desarmados de los que se ha informado, pero no respondió
antes de la publicación.
Ayuda local
A medida que aumenta el número de
personas que huyen de la ciudad, los voluntarios sudaneses se movilizan para
ayudar a los más vulnerables. Muchos son miembros de los comités de
resistencia, grupos de vecinos que prestan ayuda vital a sus comunidades desde
el comienzo de la guerra.
El comité de resistencia de Wad Madani
está comprando combustible en el mercado negro para evacuar a mujeres, niños y
hombres que son demasiado pobres para permitirse un billete de autobús para
salir de la ciudad, según Ahmad al-Hassan, un activista.
"Los comités de resistencia
intentan sobre todo ayudar a trasladar a la gente fuera de la zona y a las
ciudades cercanas", declaró a Al Yazira.
"Estamos ayudando a la mayoría de la gente a llegar a la ciudad de Sinnar".
Sinnar está al sur de Wad Madani y ha absorbido a miles de
desplazados en los últimos cuatro días. Mohamad al-Gaali, que vivía en Jartum antes de la guerra, pasó por
allí con sus dos hermanas y sus hijos antes de llegar a Gadarif,
una ciudad cercana a la frontera etíope.
Al-Gaali
declaró a Al Jazeera que las agencias de ayuda
tardaron en responder a la crisis humanitaria de Sinnar.
"Los grupos de ayuda no han
empezado realmente a ayudar allí, pero había iniciativas locales que intentaban
proporcionarnos alimentos y refugio", afirmó. "Esas personas eran
sólo lugareños que intentaban ayudarnos, pero no hubo contribuciones [de grupos
de ayuda internacional]".
A pesar de los esfuerzos locales, Kheir cree que ninguna generosidad podrá salvar a la ciudad
y a sus habitantes de la RSF. Tras haber sido ya desarraigada de Jartum a
principios de la guerra, afirma que su familia no tiene recursos para volver a
trasladarse.
"Perdimos nuestros coches,
apartamentos y todas nuestras pertenencias valiosas [a manos de la RSF] cuando
huimos la primera vez", dijo. "Usamos todo el dinero que nos quedaba
para venir aquí".
"Ahora, sólo esperamos lo
mejor".
Miles de personas huyen de la guerra en
la segunda ciudad más grande de Sudán
Se registran intensos combates en Wad
Madani, donde miles de desplazados habían buscado refugio.
Personas desplazadas por el conflicto en
Sudán caminan con sus pertenencias mientras huyen de Wad Madani, capital del
estado de al-Yazirah, en dirección al estado de Gadaref, el 16 de diciembre de 2023. [Foto de AFP]
Personas desplazadas por el conflicto en
Sudán caminan con sus pertenencias mientras huyen de Wad Madani, capital del
estado de al-Yazirah, en dirección al estado de Gadaref el 16 de diciembre de 2023 [AFP].
Publicado el 17 de diciembre de 2023
Miles de desplazados han huido de la
ciudad sudanesa de Wad Madani, antes segura, a medida que la guerra entre el
ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en
inglés) llega a la ciudad.
Las fuerzas paramilitares establecieron
una base en el este de la segunda ciudad más grande de Sudán y capital del
estado de Al Yazirah, informó el domingo la agencia
de noticias AFP, obligando a huir a miles de personas ya desplazadas.
El ataque de RSF ha abierto un nuevo
frente en esta guerra de ocho meses, en lo que hasta ahora había sido "uno
de los pocos santuarios que le quedaban a Sudán", según el director para
Sudán del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), William Carter.
En los vídeos publicados en las redes
sociales se veía a multitudes de personas -muchas de las cuales se habían
refugiado en la ciudad para huir de la violencia en la capital, Jartum-
recogiendo sus pertenencias y marchándose a pie.
"La guerra nos ha seguido hasta
Madani, así que estoy buscando un autobús para que mi familia y yo podamos
huir", declaró por teléfono Ahmed Salih, de 45
años, a la agencia de noticias Reuters.
"Vivimos en el infierno y no hay
nadie que nos ayude", dijo, añadiendo que planeaba dirigirse al sur, a Sennar.
Personas desplazadas por el conflicto en
Sudán se suben a la parte trasera de un camión que circula por una carretera en
Wad Madani, capital del estado de al-Yazirah, el 16
de diciembre de 2023. [Foto de AFP]
Personas desplazadas por el conflicto en
Sudán se suben a la parte trasera de un camión que circula por una carretera en
Wad Madani, capital del estado de al-Yazirah, el 16
de diciembre de 2023 [AFP].
El ejército sudanés, que mantiene la
ciudad en su poder desde el inicio del conflicto, lanzó ataques aéreos contra
las fuerzas de la RSF mientras intentaba hacer retroceder el asalto iniciado el
viernes, según informaron testigos a Reuters.
La RSF respondió con artillería y se
vieron refuerzos de la RSF desplazándose en la dirección de los combates,
añadieron los testigos.
En los últimos días y semanas también se
ha visto a soldados de la RSF en aldeas situadas al norte y al oeste de la
ciudad, según los residentes.
Sudán entró en una espiral bélica
después de que las crecientes tensiones entre el jefe del ejército, general
Abdel Fattah al-Burhan, y
el comandante de la RSF, general Mohammed Hamdan Dagalo, estallaran en enfrentamientos abiertos a mediados
de abril.
La guerra estalló debido a desacuerdos
sobre los planes para una transición política y la integración de la RSF en el
ejército, cuatro años después de que el ex gobernante Omar al-Bashir fuera depuesto en un levantamiento.
Más de 12.000 personas han muerto, según
una estimación conservadora del Proyecto de Datos sobre Conflictos y Sucesos
Armados, mientras que, según las Naciones Unidas, casi 6,8 millones se han
visto obligadas a huir de sus hogares.
El domingo, la ONU dijo que 14.000
personas habían huido de Wad Madani hasta el momento, y que algunos miles ya
habían llegado a otras ciudades. Medio millón de personas habían buscado
refugio en al-Yazirah, principalmente desde Jartum.
Sólo Wad Madani alberga a más de 86.000
desplazados, según la ONU, que ha suspendido todas las misiones humanitarias
sobre el terreno en el estado de al-Yazirah.
Más de 270.000 de los 700.000 habitantes
de la ciudad dependían de la ayuda humanitaria, según la ONU.
El embajador de Estados Unidos, John
Godfrey, instó a las RSF a "cesar su avance" sobre el estado de al-Yazirah.
"Si continúa el avance de las RSF
se corre el riesgo de que se produzcan víctimas civiles en masa y de que se
interrumpan significativamente los esfuerzos de ayuda humanitaria", afirmó
Godfrey en un comunicado el domingo.
Ningún lugar donde esconderse de la
violencia
Las familias se apresuraron el domingo a
huir una vez más para ponerse a salvo, pero se encontraron con que los billetes
de autobús se habían cuadruplicado hasta 60 dólares por cabeza, y muchas no
tenían adónde ir.
"Un flujo continuo de personas,
muchas de las cuales ya habían huido para salvar sus vidas hace sólo unos
meses, se dirigen ahora hacia ciudades de los estados vecinos que ya están
sobrecargadas y con escasos recursos", declaró Carter, del NRC.
"También estamos extremadamente
preocupados por las familias altamente vulnerables de Wad Madani, que llevan
meses hacinadas en los lugares de desplazamiento de las escuelas y no tienen
dónde esconderse de la violencia, ni medios para escapar, ni ningún otro lugar
al que huir", añadió Carter.
El sindicato de médicos de Sudán declaró
el domingo que la situación en la ciudad se ha vuelto "catastrófica"
después de que las farmacias se vieran obligadas a cerrar.
El ejército y RSF pusieron en duda la
semana pasada una iniciativa de mediación de África Oriental destinada a poner
fin a una guerra que ha provocado el mayor desplazamiento interno del mundo y
advertencias de condiciones similares a la hambruna.
En Jartum y las ciudades de Darfur que
la RSF ya ha tomado, los residentes han denunciado violaciones, saqueos y
asesinatos y detenciones arbitrarios. También se acusa al grupo de matanzas
étnicas en Darfur Occidental.
La RSF ha negado estas acusaciones y ha
afirmado que cualquier miembro de sus fuerzas implicado en estos crímenes
deberá rendir cuentas.